Pese a que costó demasiado que llegará, ya está aquí y al parecer no tiene muchas ganas de moverse. Sí, llegó el otoño ¡Por fin! no más calor (aunque estoy segura que en algún momento anhelaré el verano)
El otoño es como la primavera de los anti románticos, de los que prefieren el frío, la lluvia, la caída de hojas de los árboles, los paseos por los parques, los que aún comen helado en estas fechas, para mi, el otoño es lo máximo. La excusa perfecta para salir, pues todos piensan que es el momento de abrigarse al 100% como esquimal, sin embargo es una época super bipolar, igualmente es cálido pero agradable.
Para los deportistas es una época en la cual no sufren mucho por la exposición solar, aún así se debe aumentar el tiempo de estiramiento y calentamiento para evitar alguna lesión y calambres. Abrigarse lo justo y necesario, en invierno, con el frío, debemos evitar la sudoración excesiva, siendo recomendable llevar prendas de repuesto para quitarnos la que tengamos mojada.
Y no olvidar que la piel también sufre cambios, debemos considerar, tanto jóvenes como adultos sufrimos de la resequedad de la piel, no explicitamente por el calor, sino más bien por el contrario; uno suele bajar el consumo de líquidos durante el otoño-invierno (a no ser que sea un café, lo cual no es muy saludable) la principal razón de las "manos de mapa", es por ello que es importante la hidratación.
Datos para la sobrevivencia (PARA HOMBRES Y MUJERES):
- Consume al menos 2 litros de agua al día
- Hidrata tus manos con cremas que contengan áloe vera, pepino y/o colágeno.
- Exfolia al menos 1 vez a la semana (puede ser de manera casera, yogurt natural con azúcar morena y lo aplicas sobre tus manos o rostro y masajeas de manera circular) esto elimina las células muertas que diariamente producimos.
- Evita los cambios de temperatura corporales, si lo haces, toma las precauciones como cubrir tu boca, manos y espalda.
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